Hace unas semanas que nuestro mundo paró y con el sus habitantes humanos.
Hemos tenido el tiempo que reclamábamos para muchas cosas, eso sí, a veces con la cabeza y las emociones del revés...
Este tiempo, ha servido para muchos de ayuno. Ayuno de relaciones, de pensamientos, de formas de trabajar más o menos desvaratadas; ayuno de nuestro personaje más cotidiano.
Muchos se habran reencontrado con ese contenido que nos habita y del que nos habíamos olvidado. Habrán despertado un " yo" más humano, más cercano, más vulnerable..
Otros, otros seguiran igual.
Y habrá quien crea que se ha humanizado, pero se esté escondiendo detrás de busqueda de reconocimiento.
En cualquiera de los casos, ójala seamos conscientes y podamos reconducir nuestros caminos, y que todo esto de sus frutos muy pronto.
Hay tiempo para cambiar, incluso quien ahora sienta que no ha aprovechado este momento, hay espacio para el cambio de todos, es necesario y lo va a seguir siendo.
Cambios, aceptaciones, transformaciones, perdones, responsabilidades, debilidades, fortalezas...
Nuevos rumbos y nuevas hojas de ruta para una vida ya empezada que nos da una gran oportunidad
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