De bien nacido es ser agradecido, decían nuestras abuelas. Y es que la gratitud es poderosa y emite una energía fuerte que nos ayuda a ver el sentido que tiene nuestra vida.
En un momento en el que parece que nos empujan a la individualidad, la gratitud nos devuelve la conexión con los otros Seres Humanos y con la Vida, Dios...
No dejemos la oportunidad de mirar a los ojos y agradecer con el corazón, agradecer pequeños actos y grandes hazañas.
Agradecer incluso los esfuerzos que muchos hacen para "simplemente" levantar la cabeza cada día y seguir en este mundo un día más.
En ese concepto de la Unidad, lo que vive el otro, habita en mí.Así que gracias por hacer vuestra-nuestra vida mejor.
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