En septiembre de 1999 tuvo lugar un hecho insólito, uno que probablemente daría para una buena película. Si los accidentes en paracaidismo rara vez acaban bien, lo ocurrido en aquellas fechas no tiene adjetivos. Una mujer cayó desde 4 mil metros de altura, y un grupo de hormigas le salvó la vida.
Para ser más exactos, la caída fue desde 4.500 metros, y la protagonista de la escena fue Joan Murray. La mujer, una ejecutiva de un banco con sede en Carolina del Norte, tenía cierta experiencia en paracaidismo antes del accidente. Después de haber saltado en prácticas más de 30 veces, se sentía preparada para un salto en caída libre (una modalidad que consiste en descender sin desplegar el paracaídas hasta el límite en que ha de abrirse).
Fuente
gizmodo
Añadir nuevo comentario