Algunos chicos entran con nueve o diez años, y salen con más de 18 o con más de 20.
Mucho trabajo de reeducación, de evitar que transgredan los límites.
Es una vida familiar en la que te toca criar a varios adolescentes juntos cuyos antecedentes son muy complejos, incluso violentos.
Fuente
Fundación Bosco
Añadir nuevo comentario