La vida se originó en los océanos hace unos 4000 millones de años, y en nuestra evolución como especie hemos conservado mucho de lo que los mares nos regalaron al darnos la vida…
Los océanos del planeta nos ofrecen la farmacopea más exuberante que pudiéramos imaginar. El sol envía ingentes cantidades de energía que penetra hasta los 30 metros de profundidad y esta se combina con los elementos químicos para crear vida.
Los sacerdotes egipcios ya utilizaban el agua de mar en terapias curativas y estos conocimientos llegaron hasta los escritos de filósofos como Platón, Heródoto, Eurípides o Hipócrates. En 1897 el médico francés René Quinton (1867- 1925), aquejado de tuberculosis redescubre esta información.
Fuente
Fondear.com
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