Estar en contacto con la naturaleza se asocia a numerosos efectos saludables positivos, desde un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y metabólica, a menos estrés y mejor salud mental. Por si esos beneficios no fueran suficiente, ahora un nuevo trabajo concluye que los espacios verdes en las ciudades protegen contra la mortalidad prematura por todas las causas.
Fuente
La Vanguardia
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