Sabiéndose muy enfermo Taniguchi dedicó sus últimos meses de vida a una ambiciosa obra que iba a resumir sus mayores preocupaciones, tanto argumentales como estilísticas.
Un libro que vuelve a actuar de puente entre el manga y el cómic franco-belga.
Y una obra en la que se trata uno de los temas recurrentes del autor: la necesidad de que el hombre se relacione con la naturaleza de una forma más armoniosa.
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Rtve
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