Hace ya unos cuantos años me apunté a un taller de Risoterapia. Tenia mucha vergüenza propia y ajena en esa época y al minuto de llegar ya me estaba arrepintiendo.
Al poco rato de comenzar el taller entendí mucho sobre mis bloqueos y sentí las ganas que tenia de disfrutar de la vida, de desdramatizar, de reirme de mi misma y de quererme más.
Fue tanto el shock que decidí realizar la formación de Risoterapia y años después llevo esta herramienta a muchas empresas y particulares bajo la marca EnHumorArte.
Reir, sentir con diferentes músicas, reconocer al otro, y sobre todo respetarse a un@ mism@ para hacerlo con otr@s.
Hay momentos durante el taller para globos, risas, baile y miradas de reconocimiento. Una experiencia que hace años me marcó y que sigue haciéndolo cada día que el " patio de juegos" se pone en marcha.
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