Según el Tao, la persona sabe que "no haciendo nada no deja nada sin hacer".
En momentos de tensión o de conflicto comprobamos que cualquier cosa que hagamos o digamos solo logra empeorar las cosas. Hasta que no bajen las aguas turbulentas, el Wu Wei aconseja no añadir más ruido al ruido.
Este método propone "no hacer nada", lo que significa fluir y no forzar ni tratar de precipitar las cosas aunque nuestro impulso sea el de intervenir; de este modo, el problema tiende a resolverse por sí mismo y permitimos que el mundo se recoloque de modo natural.
Esta filosofía china recomienda dejar que los acontecimientos sigan su curso y "dejar estar" las cosas sin pretender alcanzar un fin para favorecer que se resuelva la situación.
La "no acción" no es una invitación a la pereza o a la apatía; simplemente, es aceptar que no es el momento adecuado para solucionar las cosas y saber que "lo contrario es lo conveniente" por lo que no hay que hacer las cosas en caliente o lo que te pida el cuerpo y, preguntarse si el resultado depende de tí o está fuera de nuestro ámbito...
Y si nos resulta imposible no hacer nada, asegurarnos al menos de que emprendemos una acción y no una reacción y asumir que cualquier cosa puede suceder. La acción significa también controlar nuestros impulsos, hacer oídos sordos a los influencers negativos y crear iniciativas que surjan de nuestras prioridades vitales.
Descansar la mente permite hacer el vacío para engendrar nuevas ideas y prepararnos para el siguiente desafío, ampliar nuestra visión e identificar nuestra responsabilidad y ser más eficaces.
Y, mientras, regalarnos momentos de cuidado y amor, de silencio, de reposo, de vida y de aprendizaje...y mantener la calma sabiendo esperar y haciendo pacientemente los cambios necesarios dentro de uno mismo.
Dicho en clave Wu Wei: al dejar de buscar cualquier cosa, se encuentra todo lo que necesita, incluyendo a sí mism@.
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